El Tribunal Constitucional ha ordenado la libertad inmediata del general EP (r) Juan Rivero Lazo. Él se convirtió en el símbolo de los militares y policías que derrotaron al terrorismo, perseguidos injustamente por la mafia caviar que controla el sistema judicial.

​Rivero Lazo estuvo más de una década en prisión preventiva, lo sentenciaron sin pruebas y le abrieron nuevos procesos incesantemente, con el propósito de mantenerlo encarcelado hasta el fin de sus días.

​Él era jefe de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINTE) en 1992 y lo acusaron de “autoría mediata”, que es la artimaña que usan los magistrados al servicio de la mafia caviar para procesar y condenar a inocentes cuando no pueden probarles ningún delito.

​Jamás pudieron demostrar que dio alguna orden o participó en la comisión de algún ilícito. Pero igual arruinaron su vida –y la de su familia- arrojándolo a una prisión por un cuarto de siglo.

​Su hija Marieta ha denunciado insistentemente que el motivo por el cual su padre fue encarcelado, es que se negó a mentir, no quiso decir lo que la ONG IDL le exigió: que señalara al entonces presidente Alberto Fujimori como responsable de dar órdenes para aplicar una política deliberada de violación de los derechos humanos.

​Rivero Lazo dijo que esa política no existió y que él nunca recibió esas órdenes, que ni siquiera conoció a Fujimori.

​Según sus familiares, la mafia caviar necesitaba culpar a Rivero Lazo para establecer una supuesta cadena de mando, queiba desde el presidente de la República hasta los responsables de varios asesinatos, pasando por el Comandante General del Ejército y el jefe de la DINTE.

​Así, sin importar la libertad de inocentes y el sufrimiento de sus familias, la mafia caviar inventó un esquema para responsabilizar a Fujimori y perseguir sistemáticamente a los militares y policías que derrotaron al terrorismo, para desmoralizar y amedrentar a las fuerzas del orden.

​Hasta ahora se han salido con la suya. Una de sus principales operadoras, la juez Miluska Cano, autora de varias ilegales y prevaricadoras sentencias contra Rivero Lazo y muchos otros militares, acaba de ser premiada con la presidencia de la Corte Superior de Lima.

​Así trabaja esa mafia. Premia a quienes se someten a sus dictados y castiga a quienes no lo hacen.

​La libertad de Rivero Lazo es un triunfo de la justicia, debido sobre todo a la persistencia de su familia y de su abogado Aníbal Quiroga. Pero nada le va a devolver los 25 años pasados injustamente en la prisión.

​Ahora hay decenas de militares y policías ilegalmente presos y muchos más procesados. Este atropello tiene que terminar y los responsables deben ser sancionados.