El comandante PNP (r) Raúl Prado Ravines fue detenido el jueves 5 por efectivos de la Diviac. Él está sentenciado a 35 años de prisión por un infame tribunal de Piura por supuestamente haber dirigido un escuadrón de la muerte que abatía delincuentes.

​La acusación es falsa y carece de todo sustento. Fue fabricada por el coronel PNP Franco Moreno Panta quien, en complicidad con un fiscal prevaricador, Álvaro Rodas, y el respaldo de la mafia caviar, se han ensañado con más de 60 policías que, cumpliendo su deber, enfrentaron con firmeza a la delincuencia.

​Todo empezó cuando el 2012, la inteligencia policial ubicó una banda de malhechores, integrada también por policías en actividad, que iba a secuestrar un empresario en Puente Piedra. Para frustrar el delito intervino la Suat, unidad especializada en combate urbano.

​En el enfrentamiento cayeron varios delincuentes, incluyendo al hermano de Moreno Panta, un teniente que tenía puesto un chaleco de la Dirandro (antidrogas), unidad a la que no pertenecía, pero que le iba a servir para perpetrar el plagio. Efectivos de la Suat fueron heridos por los disparos de los facinerosos.

​Es decir, está comprobado que hubo un enfrentamiento, no una ejecución como dicen falsamente Moreno Panta y Rodas. Y está absolutamente demostrado que los abatidos -y los que huyeron y fueron capturados después- eran delincuentes prontuariados.

​De la misma manera, no cabe ninguna duda que, en todos los casos que se atribuyen al supuesto escuadrón de la muerte, los capturados o muertos eran malhechores con una larga lista de delitos en su haber.

​El punto es que en 2016, cuando la mafia caviar se apoderó del Ministerio del Interior, hicieron un informe respaldando la falsa tesis de Moreno Panta. Y luego se coludieron activamente con el fiscal Rodas y otros magistrados prevaricadores para perseguir implacablemente a decenas de policías, sobre todo de la Suat, pero también de otras unidades, por el “delito” de cumplir con su deber y enfrentar con valor y decisión a la delincuencia.

​A Prado Ravines le han impuesto una absurda condena de 35 años de prisión y lo están procesando por otros casos más. Es decir, cadena perpetua por combatir la delincuencia.

​La pandilla que ahora controla la fiscalía, ha emitido un comunicado a raíz de la captura de Prado Ravines, jactándose porque “este caso marca un precedente en la lucha contra el crimen organizado. La condena fue obtenida por la fiscalía Supraprovincial contra la Criminalidad Organizada”.

​Así, mientras el caviarizado sistema judicial liberó el año pasado a Alexander Jesús Alvarado, “Moñongo”(sentenciado a 35 años de cárcel, para que siguiera delinquiendo, hasta que fue abatido por la Suat en la Vía Expresa), persigue, condena y encarcela a los policías que enfrentan a la delincuencia con valor y decisión.

​Esta situación es insoportable. Con este sistema judicial, cómplice y protector de delincuentes y perseguidor de policías, no se podrá recuperar la tranquilidad que todos anhelamos.

​¡Soluciones radicales!