La minería ilegal es, junto con el narcotráfico, una de las principales amenazas a la seguridad del país. Lo peor es que sigue creciendo cada día que pasa, sin que exista una política precisa para frenarla.

​Ideas para combatirla no faltan. Un experto, Dante Vera, dice “tenemos que perseguir a los mandos, a los financistas y a todas las redes donde se transporta lo que es necesario para la extracción ilegal. Se debe poner la puntería en los explosivos que vienen por contrabando o corrupción de la propia Sucamec.”(“El Comercio”).

​Iván Arenas insiste en que “el Reinfo se ha convertido en un paraguas de la minería ilegal”. Pablo de la Flor señala que el Congreso ha sido responsable de tres ampliaciones del Reinfo(un registro que permite a los ilegales blanquear la producción ilegal). Propone “recentralizar el proceso de supervisión” que está en manos de gobiernos regionales.

​Pero la minería ilegal sigue avanzando. El actual Gobierno es débil y está asediado por caviares y comunistas. A Dina Boluarte la acusan, nacional e internacionalmente, por las muertes ocurridas en los disturbios de 2022/23. Tiene temor, por tanto, de enfrentar a la minería ilegal que tiene a su servicio grupos armados.

​Es decir, si se quiere intervenir realmente a los poderososmineros ilegales de Pataz, por ejemplo, hay que usar la fuerza. Y se van a producir bajas. La orden entonces parece ser, no toquen nada para evitar que le digan “Dina asesina”. De vez en cuando una operación publicitaria, pero que todo siga igual.

​Otro motivo es, sin duda, el número significativo de mineros ilegales e informales (la línea divisoria es borrosa). Algunos dicen que, incluidos familiares, pueden llegar a un millón y medio… de votos, lo que los hace atractivos para los políticos. De hecho, por lo menos un ex candidato presidencial cree tener allí un público simpatizante.

​Por último, pero no menos importante, está la corrupciónque, al igual que el narcotráfico, perpetran los beneficiarios de una actividad ilegal que mueve miles de millones de dólares cada año. Ellos infectan todas las instituciones, el Gobierno, elCongreso, el sistema judicial, la policía, etc.

​La minería ilegal deforesta y depreda brutalmente el medio ambiente –igual que el narcotráfico-, pero las ONG “ambientalistas”, que reciben millones de dólares del extranjero, en su mayoría solo se preocupan de atacar a la minería legal.

​Según la Sociedad de Minería (SNMPE), la minería ilegal genera pérdidas de 23 mil millones de soles al año.

​Dante Vera ha identificado seis zonas de alto riesgo (tres están en las fronteras) donde confluyen economías ilícitas como minería ilegal y narcotráfico.

​Allí el Estado ha perdido prácticamente el control del territorio.

​Es indispensable llegar a acuerdos para una enérgica política que combata estas gravísimas amenazas a la seguridad nacional.